Poner las cosas en su lugar

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Argentina es un país eminentemente agropecuario, aunque muchos de sus habitantes no se hayan dado cuenta. Los productores, en su mayoría, poco a poco avanzan fuertemente en el desarrollo de actividades rurales sustentables, aunque muchos de sus conciudadanos no se hayan dado cuenta.

 

Nuestros productores son altamente considerados y valorados por sus pares de otros países, pero parece que son parias en su propia nación, cuando se insiste desde la sociedad y desde otros sectores que deben seguir tributando en forma extra con retenciones.

 

Nuestros productores, a pesar de los palos en la rueda, siguen avanzando y profesionalizándose, adoptando tecnologías y siendo competitivos, cuando la media de los demás sectores económicos sigue usufructuando prebendas, a costa del propio campo.

 

Muchos habitantes no saben que en cada producción se hace gestión para lograr buenas prácticas agrícolas, consistentes en siembra directa, nutrición de cultivos, manejo integrado de plagas y malezas, uso responsable de fitosanitarios y buenas prácticas ganaderas, entre otras.

 

Para muchos, los hombres de campo y sus familias, son oligarcas; pero desconocen la historia de sacrificios e inequidades para ser propietarios de un puñado de hectáreas de las que muchos se alimentan.

 

La importancia del campo se advierte cuando la cosecha fracasa y pierde impulso el verdadero motor de la economía, como se está notando en la actual baja de la actividad.

 

La reciente primera e histórica exportación de carne a Japón tampoco es  fruto de la magia, sino del trabajo previo y de años que se viene haciendo en materia sanitaria, por un lado, y en la inversión privada lograda en una planta frigorífica de primer nivel y en el trabajo efectuado en conjunto con los productores.

 

Podría traer muchos otros argumentos, pero por lo pronto estas consideraciones esgrimidas son para empezar a poner las cosas en el lugar que corresponden.

Escribir comentario

Comentarios: 0