Un gen para olvidarse de todo

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

“Para mi tendría que ir con línea de cuatro”, arranca la conversación en un lugar cualquiera, mate o café por medio, los millones de técnicos Argentinos dejaremos todo de lado y si bien es cierto que pocas veces hemos estado tan poco motivados como este año, seguramente en unos días –tarde o temprano- el gen “Argento” dominará por sobre todas las cuestiones cotidianas.

 

Cosa extraña no? El país con el mejor jugador del mundo, no solo entra por la ventana al mundial, sino que a la vez ha cubierto en un manto de desazón a gran parte de los simpatizantes. Indudablemente tiene que ver con nuestra esencia. Basta por ejemplo ver lo que nos pasa en materia productiva, donde el sector agropecuario, sin dudas es el verdadero Messi en un país cuyas producciones industriales, siempre han sido una sombra, comparadas con la enorme potencialidad productiva. Sin embargo, es probable que uno de cada 3 individuos, desprecie directamente al sector.

 

La paradoja, es que al igual que el jugador nacional, no hay equipo en el mundo que no lleve un refuerzo de estas “pampas”, ligas sabedoras de la capacidad de los nuestros, del tesón y de la cualidad de saber adaptarse. Pero claro, esos mismos son tildados de “niños ricos sin corazón” que poco harán por la camiseta. Sus pares chacareros son buscados en todo el mundo, basta con irse hasta Uruguay y cualquier Agrónomo o Veterinario, son recibidos rápidamente. Nuestros propios Farmers, son ejemplo de siembra directa en cualquier lugar del planeta o quien no reconoce, que la exposición de Palermo, tiene los mejores bovinos del mundo? Y entonces? El gen “argento” es capaz de todo, principalmente, de arruinarse así mismo.

 

El técnico es una cuestión directamente insoportable: desde “Perdón Bilardo” a esta parte, poco hemos aprendido de que quien sea quien dirija, tendrá medio país en contra, porque directamente protestar es un deporte nacional. Cualquier parecido a la política, no es mera coincidencia: en este país, existe la oposición, claramente un millar de tipos, laburan diariamente para entorpecer lo que el partido gobernante decide. “El bien común” es una frase imposible de ejercer por nuestros congéneres, en todo caso, si existiera, eso permitiría que el país avance, estaríamos asegurando un futuro mejor, pero con la funesta  consecuencia, del peligro de que quien gobierna sea reelegido y quienes quedan en la vereda de enfrente, perderían la oportunidad de vivir gracias a la política, claramente el único sector beneficiado desde que la democracia es democracia.

 

Quizás ganemos algún partido, tal vez clasifiquemos a octavos o a cuartos, porque no soñar con semifinales y claro, ya la final es un imposible. Y ese triunfo traerá grandes críticas, porque el elogio en el “gen argento”, no está incorporado. Si producimos 120 millones de toneladas de granos, es para que los chacareros se hagan ricos, o si aumentamos la exportación de carne, seguro que la vamos a pagar una fortuna. Y más de un infeliz, estará maldiciendo el momento de que producimos mucho trigo y el trigo vale, si lo único que me importa es que el pan de la tostada, me salga diez centavos menos. Pobre país, que limitados somos.

 

Duele no? Esto somos, el máximo incoformismo a la enémisa potencia. Maldecidos con grandes tierras, excelentes productores y condenados a dar grandes futbolistas. Pero todo, inmersos en nuestra enorme incapacidad de disfrutar lo que tenemos. Dice la leyenda que esta es la tierra prometida y hasta algunos se aventuran –hasta el Papa es nuestro – a decir que Dios es Argentino.

 

Por eso, por suerte, empieza el mundial y con esto, por unos cuantos días, el “gen” se fijará solo en  Rusia y por ese lapso, nos dejará descansar de nuestras propias miserias.

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