En el Día del Bombero Voluntario, el cuartel de Felipe Solá abrió sus puertas
a la comunidad y muchos de los vecinos se acercaron a compartir un grato momento.
Son el orgullo de todas las comunidades y en este día especial fue propicia la oportunidad para acrecentar el acercamiento, en este caso compartiendo un par de horas junto a los servidores públicos en su propio ámbito.
Los bomberos solenses celebraron su día mostrando su trabajo a la comunidad.
Los más pequeños formaron parte de un ejercicio, donde pudieron “jugar” a ser bombero, teniendo la oportunidad, manguera en mano, de arrojar agua en un breve simulacro de incendio de pastos naturales.
La tarde transcurrió entre mates y anécdotas.
Después todos los visitantes fueron agasajados dentro del cuartel con exquisitas tortas y café o mate, según el gusto del vecino, alternando charlas y anécdotas de la actividad con todos los integrantes del Cuerpo Activo, incluido los que ya merecidamente gozan de los beneficios de la jubilación, siendo los pioneros desde la creación de la institución y luego de tantos años de abnegada tarea.
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