Primer día de clase: ¿Qué pasó en el verano?

Tras un verano agitado por las distintas protestas sociales, que dio comienzo con la reforma jubilatoria allá por diciembre, continuó con los aumentos de tarifas,  a eso se le unió que la inflación sigue disfrutando de buena salud, que hubo una “supuesta” persecución a gremialistas corruptos que ha logrado escalar posiciones en la escala social gracias a los aportes de sus representados y culminó con el tradicional retraso en el comienzo de las clases.

En esta apretada síntesis se destacan los principales condimentos que tuvo el periodo estival y que dominó a la opinión pública. Tal vez los más grafico de todos ellos sean la inflación y el encarcelamiento de los sindicalistas, de los cuales tuvo un caso en la zona y es el que tomó estado nacional. Se trata del ex dirigente de la UOCRA bahiense al que le encontraron varios millones de pesos en una de sus viviendas. Sin embargo esto solo sería el comienzo, dado que varias empresas satélites respondían a sus intereses. La inflación continúa su ascenso y lejana parece la pauta del 15% que el Gobierno pretendió establecer a principio del 2018. Los constantes aumentos son un mal que no deja de agobiar al país.

 

En el distrito la situación prosiguió con la calma habitual que caracteriza al lugar. Pasaron las distintas celebraciones que se realizan en la fecha como lo son la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera, la Fiesta del Churro y el aniversario de Felipe Solá. Con la llegada de marzo todo vuelve a ponerse en marcha para iniciar el año laboral propiamente dicho. 

 

Las dos principales obras que encara la provincia en el partido, la repavimentación de la ruta 67 en el tramo Puan – Pigüé y la construcción de la sub estación transformadora siguen su curso y se espera que a mediados de año se encuentren ingresando en la fase final para solucionar dos graves falencias que tenían los habitantes del distrito. Sin embargo el distrito sigue con dos puntos negativos que no escapan a la realidad nacional: la falta de viviendas y la creación de nuevos puestos de trabajo. 

 

La actualidad dicta que el portarse mal y apropiarse de más de ocho mil millones de pesos para algunos jueces parece que no tiene importancia. Es por ello que el empresario kirchnerista Cristóbal López volvió a recuperar la libertad tras pasar un par de semanas tras las rejas. No hizo nada más que robarse el dinero que el Estado recauda en concepto de impuestos. Esa acción no merece más que un simple llamado de atención por parte de la Justicia. Con todas las deficiencias que existen, ese dinero mal habido alcanzaría para realizar hospitales, escuelas, rutas o lo que sea necesario para mejorar la calidad de vida de los argentinos. 

 

Nuestra racionalidad política indica que cuando todo está bien hay que seguir en esa línea por más que el futuro no sea optimista y cuando las cosas no marchan de acuerdo a lo esperado, lo anterior que pasó era mucho mejor que lo que está en el presente. Se pasa de un extremo al otro sin reparar las equivocaciones que las dos partes puedan tener. En este comienzo de las editoriales queríamos hacer un breve compilado de lo que dejó el verano y preparamos para lo que será un año más que movido. ¡Hasta la semara próxima!. 

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