Humildad y memoria se buscan

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Faltan pocos días para que uno de los momentos más emblemáticos de toda la historia del sector agropecuario, pueda ser recordado como Dios manda. Sin embargo, en una decisión claramente errónea, la actual Mesa de Enlace prefirió recordarlo en una fecha más bien poco feliz. Dimes y diretes, de una dirigencia a contramano.

 

La historia dirá que una vez el campo le dijo basta a un gobierno. Y no es cuento, hoy “la 125” figura en los libros de historia, basta como muestra dirigirse al libro de cualquier niño cursando en edad escolar y encontrará entre las páginas no Kirchneristas, el mayor movimiento autoconvocado jamás visto en las páginas de revisión de los capítulos de la historia Argentina.

 

Claro, los menos memoriosos- por descuido, olvido o conveniencia- pasarán de largo el principal detalle de lo dicho en los párrafos anteriores. “Autoconvocados”, no se acordaba? Bueno se lo refresco: hasta aquel histórico 11 de Marzo de 2008, existían cuatro entidades agropecuarias, nacidas de un Campo que siempre estuvo segmentado, por historia de nacimiento, por tamaño de producción, por ideologías propias y porque en definitiva, termina siendo una muestra más de la división propia de nuestra esencia. Nada hacía prever que aquella patriada, terminará formando un emblemático conjunto de dirigentes, que guste a quien le guste, pasó engrosar la historia del Agro. Pero que quede claro, quien llevó a gestar esta unión, no fueron las entidades, sino el empuje, la decisión, el hartazgo y la valentía de cientos de hombres que decidieron decir basta por si mismos… luego se forjó aquella unión de dirigentes.

 

Con Alfredo De Angeli como abanderado, aquellos productores vieron como cada uno de los dirigentes, entendieron rápidamente que podían ser interlocutores válidos, de una propuesta que los unía claramente por el espanto. Carlos Garetto, Mario Llambías, Eduardo Buzzi y Luciano Miguens, fueron la cara visible de esta historia, que concluyó en definitiva con el voto “no positivo” que un temeroso Cobos, inclinó en una balanza que dejaría un saldo positivo para la paz social y claramente negativo para el sector que más jaqueó a un gobierno ciego de tiranía, siendo desactivado de ahí en más para siempre, como un campo unido y una Mesa de Enlace que al día de hoy, ha desaparecida por completo.

 

Los dirigentes actuales, carentes de respeto, incapaces de reconocer aquellos enormes sacrificios, y hasta tildados en estos días de cierto vedetismo, no hacen más que darle la espalda a un acto, que debería ser una verdadera fiesta y un reencuentro con un sector dirigencial, que mucho debería aprender de aquella vieja guardia.

 

Falta memoria, sin dudas, pero mucho más, falta humildad. Esa que permita entender que no existen las entidades, que los dirigentes son una simple consecuencia del sentir del productor, de lo que alguna vez, fueron las llamadas “bases”. Habrá que repasar quienes representan y mucho más, que hacen sus representados para que esas entidades estén, a la altura de las circunstancias. Que quede claro: las entidades son el claro reflejo, de un productor apático y poco participativo.

 

La “125” fue la última llama encendida, de un sector capaz de unirse. Fue el faro necesario para entender, que sin objetivos en común, las entidades solo son un puñado de productores, sin rumbo fijo, sin fuerza política y sin la capacidad de sentarse a discutir la toma de decisiones para el propio sector. Aquella vez, los autoconvocados fueron el ejemplo.

 

Humildad y memoria, dos valores para refrescar a quienes parece, no les interesa la historia.

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