Un año cargado de pendientes

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

El repaso obligatorio de un nuevo año lleva a buscar cuáles son los ítems más importantes que el sector deberá obligatoriamente, resolver en los próximos meses. La calificación sin dudas, nos deja pendientes, un aplazo a Marzo sin dudas que terminan desdibujando, la idea de un gran cambio, pero esta vez, puertas adentro

 

“Con burocracia, el resto solo maquillaje” (1)  dejamos en claro que la principal molestia que el sector arrastra, sigue más viva que nunca, donde muchas de las cuestiones que el gobierno ha intentado –con más fracasos que éxitos – cambiar, en definitiva no ha logrado grandes avances. Sin embargo, de cara a un sector agropecuario que trascienda las políticas, tranqueras adentro directamente a involucionado.

 

La representación gremial es el más “álgido” de los temas, con entidades que hoy muestran brechas que reflejan no solo la idiosincrasia del productor, sino que a la vez, demuestran la crisis general que desnudan todas las instituciones a la hora de la representatividad. Poco interés por asambleas, dirigentes que hace rato dejaron la actividad agropecuaria –si es que la tuvieron-, cooperativas transformadas en empresas unipersonales, establecimientos arrendados sin propietarios identificables, productores chicos acostumbrados al asistencialismo y la cada vez más constante expulsión del factor humano de los campos, determinan un futuro más que incierto en cuestiones sociales y en definitiva, las que ponen las cuestiones diarias sobre las mesas de cualquier debate. Todo un combo cuyo resultado final muestra claramente que no se puede representar, lo que no existe.

 

Así entonces, las discusiones sobre empleo rural, contratistas, fletes, educación rural, caminos, seguridad, uso de semillas, fitosanitarios, medio ambiente y sus regulaciones, rentabilidad, créditos, trámites, trazabilidad, impuestos y un sinnúmero de cuestiones cotidianas, tiene tantas visiones como aristas productivas, la mayor de las veces, vistas, estudiadas, debatidas y lo peor, decididas, por agentes completamente externos a quienes en definitiva, convivirán a diario con las mismas.

 

Por todo lo dicho, urge un cambio en la visión de  cómo representar y adónde hacerlo, para que todo el puñado de pendientes, no quede en un mar de intenciones que mes a mes, morirán en alguna reunión puertas adentro de cualquiera de las entidades. “El campo, el arte de saber adaptarse” (2), nos marca que no hay decisiones para el sector, sin que el mismo actúe en la política y hoy, esa representación, no existe definitivamente.

 

El 2018 vuelve a poner al sector en el mismo cruce de caminos que los últimos años ha transitado: más allá de ocuparse de las muchas cuestiones que hoy deben resolverse para el sector, comenzar a preocuparse lo que ocurre puertas adentro del sector. Una representación sin representados, sumado a muchas entidades, sin eje, sin objetivos concretos y lo peor aún, sin mucho futuro. Llego el momento de plantearse ya no “quién nos representa”, sino más bien, “a quiénes se representa”.

 

Ver links

 

  1. Con burocracia el resto es solo maquillaje http://infosudoeste.com.ar/noticias/6751_Con-burocracia-el-resto-es-solo-maquillaje#.WjzpilXibIU
  2. El campo, el arte de saber adaptarse http://infosudoeste.com.ar/noticias/6771_El-campo-el-arte-de-saber-adaptarse#.WjzuKFXibIU

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