Dos camioneros le salvaron la vida a otro al apagar el fuego con leche

Son de las localidades pampeanas de Martini y Quemú.

Dos jóvenes pampeanos, Gustavo y José Luis Doroni, oriundos de Embajador Martini, que viajaban al puerto de Rosario, auxiliaron el jueves por la noche, junto a otros camioneros, a tres colegas que sufrieron un violento siniestro vial en la ruta 33, entre Piedritas y Cañada Seca. Incluso, en uno de esos transportes viajaba otro pampeano, un joven de Quemú Quemú, que por fortuna se encuentra fuera de peligro.

 

El hecho tuvo lugar en el kilómetro 501 de la ruta 33. Eran aproximadamente las 22.30 cuando la lluvia copiosa y la noche oscura no permitían ver el camino con claridad. En ese entonces, un camión que transportaba leche y que se dirigía a Trenque Lauquen colisionó contra otro transporte. El impacto fue tan violento que los rodados quedaron destrozados. En el interior de uno de ellos, un hombre viajaba junto a su hijo de 14 años. Ambos resultaron con heridas de gravedad y debieron ser trasladados a Venado Tuerto.

 

Dos trompos

 

Respecto del siniestro, Gustavo Doroni contó a LA ARENA que “el lechero lo chocó al otro camión en la puerta, y al acoplado lo tiró hasta la cuneta. El chasis -recordó- dio dos trompos sobre la cinta asfáltica”. Continuando con su relato expresó que “al camión que transportaba la leche se le desprendió por completo la cisterna del chasis, y el acoplado quedó enganchado, perdiendo leche”.

Ante esto, en el habitáculo estaba el conductor “apretado entre los hierros retorcidos, gritando de la desesperación porque comenzó a arder el tanque de combustible”.

 

Impacientes por no saber que hacer, los que viajaban a Rosario bajaron y comenzaron a apagar el foco ígneo con la leche que perdía la cisterna. Allí comenzaron a escuchar al conductor que gritaba “no dejen que me queme vivo”. Mientras tanto, su hijo estaba shockeado en el asfalto con heridas en las piernas. Siguiendo las indicaciones de los primeros auxilios, Gustavo sostuvo que “jamás movimos al conductor, él estaba agarrado de los fierros, tenía las piernas apretadas y gritaba desesperado que lo sacáramos”.

 

Incluso confió que “la única manera de sacarlo, iba a ser si no podíamos apagar el fuego”. También recordó que “preguntaba por el hijo, y decía ‘para qué lo traje’. Todo fue muy desesperante”.

Finalmente, hicieron un trabajo de limpieza corriendo los hierros y las mangueras de la ruta, para que la ambulancia y los bomberos accedan al lugar sin inconvenientes.

 

Foto: El camión que conduce José Luis Doroni. (Facebook de José Luis Doroni)

 

Fuente: La Arena

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