Dos realidades

¿El vaso se encuentra medio vacío o medio lleno?. Este adagio popular pone a prueba la visión que tiene aquel que lo deba resolver. No es posible determinar cual postura es la acertada porque dependerá de la posición en que se encuentre quien deba responder, su nivel de optimismo (si es alto, estará repleto) o su capacidad para escoger una de las dos alternativas. 

 

La pregunta puede expandirse hacia otros temas como el científico, donde el ingenio será fundamental para intentar obtener una resolución o el filosófico que abarcará hasta asuntos relaciones a lo existencial del vaso. 

 

El interrogante acepta dos elecciones y ambas pueden darse como válidas. Son como la realidad del país. Dos Argentinas que pugnan por sobresalir, pero ninguna termina por afianzarse completamente. No existe propuesta que contemple una unión entre oficialismo y oposición, aunque siempre está latente la aparición de un mesías que junte a los bandos bajo la concordia del progreso. Varios se auguran ser la renovación que se necesita, pero terminan rodeándose de los mismos de siempre y usando las estrategias arcaicas que nos han puesto en este lugar. 

 

La arrogancia de los líderes es el cáncer de la sociedad, que corroe los sentimientos de bondad y solidaridad con el prójimo. La cruenta división sirve para algo más que discernir ideologías políticas: favorece la separación de familias, genera conflictos laborales, apuntala la pérdida de amistades y varios etcéteras que no es menester continuar detallando. 

 

Las dos realidades simplifica la extensión de nuestro país, que propone una diversidad en todos los puntos imaginables. Mientras aquí las sotenidas lluvias auguran rindes generosos en los cultivos, en otros lugares, el exceso hídrico arrasa con todo a su paso. 

 

Sin embargo, en nuestra región nos encontramos un tanto alejados de algunos de los problemas conocidos por la opinión pública. Y eso se da por la calidad de su gente, tratando de sobreponerse a las cotidianeidades que impone la vida diaria. 

 

Para completar, ya comenzó la serie de fiestas populares que colaboran para rejuvenecer el espíritu. Eso lo logra con amplitud la Fiesta Nacional de la Cebada Cervera, que con una cartelera de espectáculos pensada para toda la familia, se apresta a reeditar el éxito que año tras año cosecha con creces. Bajo esa misma temática, la Fiesta de Darregueira ya se encuentra por su sexta edición y camina a ubicarse como una anotación obligada en el calendario festivalero de la zona. 

En nosotros se encuentra la oportunidad de elegir si algo está bien o no. Pero esa elección es individual y solo la visión parcial de cada uno dará la respuesta necesaria a la pregunta: ¿el vaso está medio vacío o medio lleno?. ¡Hasta la próxima semana!.

Escribir comentario

Comentarios: 0