La reconocida cabaña no se guardó nada para el decimoséptimo remate anual
y en el nuevo predio presentó un show de altisima calidad.
Como es tradicional, en cada remate anual de la Cabaña de Juan Manuel Garciarena, las ventas van acompañadas de un gran almuerzo y una presentación artística, con figuras consagradas en nuestro cancionero popular.
Previo al ingreso de las aproximadamente 900 personas para disfrutar del tradicional asado, Santa Paula presentó por primera vez en la región, aprovechando del gran espacio que posee en su nuevo predio, a la escuadra de arte ecuestre “Pampa Mía” y el ballet folklórico “Amancay” con asiento en Santa Rosa, La Pampa, quienes vienen de formar parte en los tres últimos años, del tradicional desfile de apertura de la Exposición de Palermo.
La escuadra fue creada hace cinco años y es una actividad que une la pasión por los caballos y la danza con el ballet “Amancay”. Con un cuidado y fino relato que se hace de la historia y del baile, los protagonistas comienzan su presentación con una huella donde se evoca al indio Pincen y luego hacen un escondido, zambas y chacareras.
“El fin es mostrar el atuendo de La Pampa y nuestras costumbres. Es un gran esfuerzo y estamos orgullosos de representar a nuestra provincia”, expresan sus integrantes.
El grupo está integrado por grandes y dos chicos de 12 y 13 años bailando con los caballos que se llevan todos los aplausos del público, es toda una delicia verlos.
Luego del remate
Aproximadamente a la hora 19, cuando la persistente llovizna no daba tregua y una vez finalizada la subasta, comenzaron a desfilar por el escenario de Santa Paula, montado en una de las dos grandes carpas, todos los artistas musicales prometidos. En el inicio, la poesía gauchesca tuvo su momento a través del joven Martín Trejo de Puan, acompañado por la guitarra de Leo Kitler de Rivera, que luego se dio el gran gusto de ser ovacionado cuando quedó a su disposición el escenario para interpretar, también, dos canciones.
Seguidamente fue el turno de los payadores Susana Repetto y Emanuel Gabotto (madre e hijo) quienes junto a Carlos Gómez realizaron un contrapunto que recibieron como retribución el amplio reconocimiento de todos los presentes.
El humor de El Chajá, este entrerriano que se ha ganado no solo el respeto del público de la región, también el aprecio, dibujó una sonrisa a todos los presentes por más de una hora, a tal punto que el público lo ovacionó de pie en su despedida.
El heredero de Horacio Guaraní también llegó a Santa Paula para entregar un puñado de canciones, de su autoría como así también los clásicos del recordado cantor del pueblo, conformando un mix de muy buen repertorio y calidad interpretativa.
Los del Suquía era el plato fuerte y más allá del paso del tiempo y la renovación generacional lógica, solo queda Diego Iriarte (hijo de de Ramón Cacho Iriarte) acompañado por Gustavo Barroso, Héctor Omar Maza y Daniel Celiz, recorrieron el amplio repertorio de grandes éxitos que lo catapultaron a la fama a este grupo cordobés, como “Sabor Almendra”, “Y va pasando la vida”, “Canción para una mentira”, “Córdoba de antaño”, “Jardín florido”, “De Alberdi y Jazmín de Luna”, por citar algunos, hizo que el público en su despedida, se acercara al escenario y de pie ovacionara a este emblemático grupo del cancionero popular.
Fabián y sus teclados con la voz de Silvina cerraron la noche, aportándole por primera vez a Santa Paula un condimento especial: finalizar la noche a puro baile con todos los éxitos de la movida tropical.
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