Un particular está trabajando en un sistema que permita airear
los cultivos almacenados, para que no pierdan calidad ni nutrientes.
Históricamente, los silo bolsas han sido tanto los buenos como los malos de la película: aportan soluciones de almacenaje de bajo costo en momentos complicados o de cosecha, pero no son una opción perdurable en el tiempo debido a la pérdida de nutrientes que se produce en el cereal después de un determinado tiempo.
Esta última cuestión se acentúa si el grano almacenado cuenta con un cierto grado de humedad. En el mejor de los casos, se podría guardar alrededor de cuatro meses sin problemas; si el cereal está seco, ese plazo se extiende a año y medio. Estas cuestiones no se dan en los silos tradicionales gracias al sistema de aireación, por lo cual continúan siendo la mejor opción al momento de guardar la cosecha. Pero ¿qué pasaría si la humedad y la aireación no fueran limitantes en los silo bolsas?
La cuestión es la circulación del flujo de aire: mientras en los silos tradicionales, estáticos, el caudal se mueve en forma vertical, en los silos bolsa debería hacerlo en forma horizontal. Este interrogante hasta el momento provocaba el escepticismo de muchos especialistas, ya que se consideraba que no era posible que el método fuera efectivo.
En esto viene trabajando desde hace meses el ingeniero civil Sebastián Liceaga, de Pigüé, quien ya presentó ante el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) el pedido de patente para un sistema de silo bolsa con sistema de aireación horizontal, que permitiría incrementar el tiempo de almacenaje de los granos a un menor costo que en los silos tradicionales.
"Hoy está impuesta la idea de que el silo bolsa tiene que ser hermético y que el sistema de aireación que funciona es el vertical, y en los silos tradicionales. Entonces, hay que convencer a los usuarios de que se puede airear el silo bolsa”, señaló Liceaga.
El proyecto ya fue premiado por el ministerio de Agroindustria de la Nación en la última muestra rural de Palermo. La idea no es complicada: hay una etapa de instalación y otra de operación, con una turbina y un sistema de aire forzado y no forzado; además de airear la bolsa, permite cerrarla y mantener la hermeticidad, para que el tiempo de guardado y la salud del cereal se mantengan.
“En principio, la idea surgió como una manera de bajar el valor que se pierde en puerto por el secado del cereal; después, me dí cuenta que permitiría tener al grano mejor almacenado en el campo, permitiendo un salto de calidad por el tiempo que podría permanecer en el silo bolsa”, señaló Liceaga a “La Nueva”.
Los primeros resultados del proyecto han sido muy buenos: los costos del sistema de aireación son similares para un silo tradicional como para uno bolsa, por lo cual esta segunda opción terminaría siendo la más barata. Ahora que se sabe esto, se ingresará en una etapa de abaratamiento de precios para lograr que el sistema sea aún más barato.
“Hoy está impuesta la idea de que el silo bolsa tiene que ser hermético y que el sistema de aireación que funciona es el vertical, y en los silos tradicionales. Entonces, hay que convencer a los usuarios de que se puede airear el silo bolsa”, señaló.
Según el ingeniero Liceaga, la posibilidad de tener el cereal seco dentro del silo bolsa permitiría también que se incremente la cantidad de usuarios del sistema en nuestro país, que en la actualidad alcanza al 40% del mercado de almacenaje de cereal.
Hoy la cuestión a superar es la financiación, y la necesidad de contar con determinados equipos para hacer ensayos. Para ello, recientemente hubo contactos con el Plapiqui para realizar simulaciones por computadora y optimizar el sistema.
“De la manera en que estoy abordando el tema, cambian algunos conceptos -como el sentido del flujo de aire- y los resultados son muy buenos. En función de estas pruebas, estoy muy contento con lo que dio y creo que todavía es mejorable”, señaló.
Fuente: La Nueva
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